El  ex capitán policiaco Jesús Manuel Fierro Méndez, arrestado por agentes  de la DEA el 10 de octubre de 2008 en su domicilio de Ciudad Juárez y  sentenciado a 27 años de prisión, terminó por pactar con sus captores.
           
Para  librar la sentencia, al rendir su testimonio ante la Corte de Distrito  del Oeste de Texas delató a sus ex compañeros del Cártel de Sinaloa y  admitió que incluso fungió como portavoz de Joaquín “El Chapo” Guzmán  ante los agentes estadounidenses de Inmigración y Aduanas, a quienes dio  información sobre los cárteles rivales.
Humberto  Loya Castro, asesor de Joaquín El Chapo Guzmán, y Vicente Zambada  Niebla, hijo de Ismael El Mayo Zambada, no son los únicos miembros de  alto nivel del cártel de Sinaloa que han servido de enlace entre esta  organización delictiva y agencias de Estados Unidos.
En  marzo de 2010, Jesús Manuel Fierro Méndez, integrante del cártel de  Sinaloa y ex capitán de la policía de Ciudad Juárez, testificó en El  Paso que había sido “portavoz” del Chapo Guzmán en numerosas  conversaciones telefónicas y en algunas reuniones personales con agentes  estadunidenses de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en  inglés).
“Había  dos de nosotros que éramos, digamos, como portavoces -declaró Fierro  Méndez-. Nosotros pasábamos toda la información. Pero esta información  la recibíamos, obviamente, de niveles más altos”. Expuso también que El  Chapo Guzmán lo había autorizado a reunirse con el ICE e informarlo de  las actividades de los cárteles enemigos.
-¿Alguna vez el ICE le pidió información sobre El Chapo? -se le preguntó durante su testimonio en la Corte.
-No estaba permitido y nunca se me pidió.
Hasta  el día en que fue arrestado, Fierro Méndez guardó en su celular el  número de teléfono de un agente del ICE al que sólo conocía como  Rogelio.
Fierro  Méndez fue detenido por la DEA el 10 de octubre de 2008 en su casa de  Ciudad Juárez. Después de ser extraditado a Indianápolis, Indiana, para  enfrentar cargos por tráfico de cocaína, selló un acuerdo con la  Procuraduría Federal de Estados Unidos. Evitó ser sentenciado a 27 años  de cárcel a cambio de testificar en contra de sus antiguos socios del  cártel de Sinaloa, Manuel Chávez Betancourt y Fernando Ontiveros  Arámbula.
Proceso  obtuvo una copia del testimonio que Méndez Fierro rindió el 4 de marzo  de 2010 ante la Corte de Distrito del Oeste de Texas. Ese día compareció  como testigo del gobierno de Estados Unidos. A menos que se indique lo  contrario, el fiscal estadunidense Russell D. Leachman es el  interlocutor en los extractos de la transcripción de la Corte que se  citan en este texto.
En la ‘nómina’
Cinco  años antes de presentarse como testigo en El Paso, Fierro era un  corrupto capitán de policía en Ciudad Juárez. Según declaró la DEA el  día en que fue sentenciado, “al tiempo que supervisaba el transporte y  la distribución de cocaína, también se desempeñaba como oficial de la  unidad Puma de Ciudad Juárez, México. La unidad Puma es una fuerza de  tareas antinarcóticos que opera dentro de la policía juarense”.
Fierro  -cuyo apodo en el submundo de las drogas en Juárez también era Puma-  admitió haber recibido dinero del narcotráfico mientras era capitán de  policía. En la Corte insistentemente se refirió a esos sobornos como “la  nómina”.
P.- Y cuando dice “la nómina”, ¿se refiere a los sobornos a la policía?
R.-  No es un soborno. Es un pago por un trabajo específico. Es una cantidad  que se le paga mensualmente a la policía para que haga el trabajo que  ellos quieren.
P.-Muy bien. ¿Y qué se espera de la policía una vez que está en “la nómina”, como usted dice?
R.- Que haga o no haga lo que les interesa a los narcotraficantes.
P.-  Y sólo para que las damas y caballeros aquí presentes entiendan lo que  esto significa, ¿si usted es un policía en México, y digamos que no está  en “la nómina”, qué pasaría con una persona así dentro de la  corporación policiaca?
R.-  Si no estás en “la nómina” -si alguien no está en “la nómina”, esa  persona de todos modos tiene que obedecer las órdenes que le dan. Porque  si no obedece las órdenes, a esa persona la matarían.
El  cártel de Sinaloa reclutó a Fierro Méndez -quien entonces ya había  renunciado a la policía- para incrementar su influencia con la policía  local y con sus viejos amigos del Ejército Mexicano. La frágil alianza  del Chapo Guzmán con el cártel de Juárez, conocida como La Federación,  se estaba rompiendo. En previsión de la ruptura final, El Chapo envió a  emisarios de alto nivel para asegurar el apoyo local de hombres como  Fierro Méndez, con el fin de lanzar una sorpresiva ofensiva militar  contra su antiguo socio.
P.- ¿Cómo conoció a Fernando Arámbula?
R.- A fines de 2007 me pidieron reunirme con él para desarrollar algunas estrategias de narcotráfico.
P.-¿Quién le pidió reunirse con él?
R.-”Mayito”
P.- Y cuando dice “Mayito”, ¿lo conoce con otros nombres?
R.- “M10” o “Mario Núñez”.
P.-¿Y se reunió usted con el señor Arámbula y “Mario Núñez” o “Mayito”?
R.- Sí.
P.- ¿Y cuándo se dio la primera de estas reuniones?
R.- Primero me reuní con “Mayito”, probablemente en octubre de 2007. Y en noviembre de 2007 me reuní con Fernando.
P.- ¿Y había alguien más en estas reuniones?
R.- Sí.
P.-¿Quién más?
R.-  Hubo muchas reuniones, y en cada una de ellas había diferentes  personas. En la primera a la que asistió Fernando estaba el comandante  Loya; estaba el “M10”; su hermano el “M11”, “Flais”; “Cuba”, entre otros  más que no recuerdo.
P.-¿Y cuál era el propósito de estas reuniones?
R.- En ese momento se empezaba a dar una confrontación por la plaza, y la intención era hacer arreglos para conservar esa plaza.
P.- Cuando habla de conservar la plaza, ¿a qué se refiere?
R.- A tener el control sobre toda la ciudad y todo el estado.
P.-¿Y qué significa tener el control de la plaza?
R.-  A ser capaces de... A mantener la capacidad de dar órdenes por encima  de la ley a las agencias federales, estatales y municipales, y a tener  el campo libre para poder seguir traficando droga sin problemas.
Fierro  Méndez testificó que el objetivo principal del cártel de Sinaloa en el  corto plazo era eliminar a La Línea, la facción del cártel de Juárez que  reivindicaba el control territorial sobre todo el estado de Chihuahua.  Dijo, sin embargo, que El Chapo aclaró que siempre que fuera posible  quería evitar una confrontación violenta.
La  estrategia era agotar hasta la última oportunidad para hacerle daño a  La Línea. Según explicó Fierro Méndez en la Corte, “el objetivo era  eliminar a La Línea de cualquier manera posible, fuera ésta legal o no.  Es decir, ya fuera a través del Ejército o proporcionando información al  ICE, ésta era la manera legal; o frenándolos con información que  provenía de las filas más altas de La Línea”.
El  fiscal le preguntó si el cártel de Sinaloa trataba de utilizar al ICE  para eliminar a sus rivales de La Línea. “Es correcto”, fue la  respuesta.
Luego  de que La Federación se fracturó, miembros de La Línea que antes eran  leales al cártel de Juárez empezaron a pasar información al de Sinaloa,  dijo Fierro Méndez. Señaló que mucha de la información que tenía como  objetivo a La Línea provenía de antiguos miembros de esa organización  que cambiaron sus lealtades cuando estalló la violencia. Fierro mencionó  que esos individuos tenían un nombre: se les conocía como La Gente  Nueva. Cuando se le apremió a definir el término, dijo que La Gente  Nueva era “La Gente contra La Línea”.
Enviado por Guzmán Loera
Fierro  Méndez dijo también que cruzó la frontera para encontrarse con agentes  del ICE en territorio de Estados Unidos. Para mostrar al jurado lo fácil  que era para Fierro Méndez comunicarse con el ICE, el fiscal Leachman  recuperó los nombres de dos miembros de esta agencia registrados en el  celular que el mexicano portaba el día que fue arrestado. Uno de los  agentes trabajaba para la oficina del ICE en Phoenix, Arizona; el otro,  en la de El Paso, Texas.
Fierro  Méndez hizo contacto con el ICE en abril de 2008, ofreciendo sus  servicios como informante de material sensible de inteligencia sobre los  enemigos del cártel de Sinaloa, principalmente el cártel de Juárez.
“Originalmente  yo estaba dispuesto a trabajar con cualquier agencia de Estados Unidos;  cualquier agencia federal, ya fuera el FBI, la DEA o el ICE”, expuso.
Fierro  Méndez y sus contactos del ICE aceptaron cooperar sólo de palabra; no  había ningún acuerdo escrito entre ellos, dijo. “Yo les proporcionaría  información que les faltaba, y les corroboraría información que tenían”.
-Además de los mencionados, ¿hubo otros servicios que realizó para el ICE? -le preguntó el fiscal.
-Contacté a algunas personas que están en el negocio del tráfico de armas -contestó.
Fierro  Méndez notificaría al ICE cuando un miembro de alto nivel de La Línea  fuera arrestado en México, con la esperanza de que Estados Unidos  impidiera su pronto regreso al campo de batalla en Juárez. Según dijo,  las autoridades estadunidenses tenían el poder de retrasar la salida de  la cárcel de los miembros de un cártel enemigo. Afirmó también que el  cártel de Sinaloa proporcionó al ICE información para realizar arrestos  en suelo estadunidense. No dijo, sin embargo, si el ICE llevó a cabo  estos arrestos. Explicó que le habían fijado límites sobre lo que podía  decir respecto de sus acuerdos con el ICE.
El  M10 y otro miembro del cártel de Sinaloa, Julio Porras, fueron los que  hicieron los arreglos para que Fierro Méndez se pudiera reunir con  agentes del ICE en Estados Unidos. “No sé cómo lo hicieron”, testificó,  “pero a través de ellos pude entrar al ICE sin preguntas”.
En  un interrogatorio cruzado con Martha Eskesen, la abogada de Ontiveros  Arámbula, Fierro Méndez detalló la naturaleza de sus tratos con el ICE.
P.- ¿Qué es lo que buscaba cuando emprendió pláticas con los agentes del ICE?
R.- Que se hicieran arrestos aquí en Estados Unidos.
P.- Bien. ¿Y se acuerda de los agentes con los que se reunió cuando empezó a tratar con el ICE?
R.- Sí.
P.- ¿Y quiénes eran esos agentes?
R.- El agente que me tenía a su cargo era Rogelio.
P.- ¿Y Rogelio era el nombre real del agente o era su apodo?
R.- No lo sé.
P.- Bien. ¿Entonces era el único nombre que tenía de esta persona?
R.- El nombre que me dio.
P.- Bien. ¿Y había algún otro agente con el que usted también trató?
R.- José.
P.- ¿Y conoce el nombre completo de José?
R.- No.
P.- Bien. ¿Había más agentes del ICE con los que usted tuviera trato?
R.- Siempre que había una reunión, había por lo menos dos agentes del ICE, pero yo no conocía a ninguno de los otros.
P.-  Bien. Y cuando usted en esa época se reunía con ellos no estaba bajo  custodia, ni encarcelado... y tampoco tenía ningún problema legal.  ¿Correcto?
R.- Correcto.
P.-  Usted estaba -y si estoy usando un término incorrecto, dígamelo-, usted  estaba en una misión del Chapo para venir a proporcionar información.  ¿Correcto?
R.- Sí.
El comandante Loya 
Fierro  Méndez no es el primer miembro del cártel de Sinaloa que admite haber  tenido un contacto telefónico regular o reuniones personales con agentes  del orden estadunidenses. Humberto Loya Castro, uno de los principales  asesores del Chapo Guzmán, mantenía contacto telefónico regular con el  agente Manuel Castanon, de la oficina de la DEA en Tijuana. El nombre  del agente Castanon se encontraba en el registro del celular de Loya  Castro.
El  nombre completo del agente Castanon fue revelado en una moción  presentada por la fiscalía estadunidense en el caso del Vicentillo. La  moción incluía una sección de página y media titulada La contínua  comunicación de Loya Castro con agentes de Estados Unidos. Se trata de  una crónica de sus conversaciones telefónicas con el agente Castanon  entre octubre de 2010 y el 24 de agosto de 2011. Antes de que la  fiscalía divulgara su nombre, en los registros de la Corte por parte de  la defensa el agente Castanon aparecía como el “agente Manny” -del mismo  modo en que Fierro Méndez no pudo proporcionar nada más específico que  “Rogelio” para identificar a su contacto del ICE en Phoenix.
Alvin  Michaelson, un miembro de la defensa del Vicentillo, dijo al juez Rubén  Castillo en una sesión abierta de la Corte que Loya Castro ha estado en  contacto con el agente Castanon, “virtualmente sobre una base diaria  durante casi 10 años; hay miles de informes que respaldan nuestra  posición, su Excelencia. Él nos habló de correos electrónicos, de  reuniones, de llamadas telefónicas. Él tenía a la mano el número  telefónico del señor Manny”.
Procedimientos  de la Corte en el juicio por narcotráfico contra Zambada Niebla  revelaron que agentes estadunidenses proporcionaron a altos miembros del  cártel de Sinaloa información que utilizaron para golpear a sus  cárteles enemigos.
En  un documento legal, fechado el 9 de septiembre de 2011, la Procuraduría  Federal de Estados Unidos admitió que Loya Castro era un informante  confidencial con registro en la Agencia Antinarcóticos de Estados Unidos  (DEA, por sus siglas en inglés).
El  equipo legal de Zambada Niebla reveló la conexión de Loya Castro en una  moción legal que interpuso en marzo. La Procuraduría Federal de Estados  Unidos niega, sin embargo, que el acuerdo con Loya Castro implicara una  garantía de inmunidad legal para los líderes del cártel de Sinaloa, tal  como han alegado en la Corte los abogados del Vicentillo. Las  conexiones entre Loya Castro y Fierro Méndez se extienden más allá de  relaciones análogas con agentes del orden estadunidenses. Fierro Méndez  mencionó en la Corte que vio a Loya en “tres de cuatro” reuniones que el  cártel de Sinaloa convocó en Mazatlán para preparar embarques de droga  destinados a Juárez. La fractura de La Federación trajo consigo una gran  desorganización en el abasto de drogas. Sempiterno lugarteniente,  Fierro destaca suscintamente los dos principales objetivos de las  reuniones en Mazatlán: “Uno era seguir golpeando a La Línea en todas las  formas posibles. El otro era organizarse para por lo menos poder cruzar  las drogas”.
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